María Teresita es una de nuestras estudiantes senior de Córdoba, Argentina. Esto es lo que tiene que contarnos sobre su experiencia educativa estos últimos meses de su andadura.
En los últimos meses hice pruebas de orientación, estuve investigando carreras en diferentes Universidades, comencé a pensar en mi vida universitaria y cómo estaría lidiando con eso. Qué cursos tomar, qué carrera seguir como meta para toda mi vida. Mientras tanto, quiero ayudar económicamente a mi familia como Proyecto, vendiendo nuestras artesanías.
En mi tiempo libre, me gusta escuchar las conferencias del Padre Ángel Espinoza y Yokoi Kenji de quienes citaré reflexiones muy importantes:
- “Siempre se debe decir la verdad, con transparencia y claridad, para que la comunicación no se deteriore. Donde hay verdad, hay confianza”.
- “La corrupción nace en un núcleo llamado familia, cuando abandonamos nuestros principios como el que está escrito: no robarás”. Los japoneses también tienen ese texto religioso: “Si encuentras una bolsa en una silla, no la toques, no es tuya, déjala ahí, si encuentras una cartera en la calle, no es tuya, no la toques déjala”. allí". Después de la guerra, Japón aprendió una lección, y es que no hay forma de violencia, la guerra, definitivamente, no funciona. Para qué repetir una historia si podemos aprender de las caídas de otros.
- La diferencia entre honestidad e integridad es que la honestidad habla de lo que hago y la integridad habla de lo que soy. La honestidad habla de lo que digo, la integridad habla de lo que pienso. La honestidad habla de mis actos públicos, la integridad habla de lo que hago aun cuando nadie me esté mirando.
Una anécdota de este locutor comienza cuando le propuso a su padre cruzar un semáforo en rojo, diciendo que en ese momento no había carros ni cámaras para verlos. El padre, en tono de reprimenda, gritó una frase que dejó un profundo eco en su vida: “¡Me estoy viendo!”, representando la conciencia de cada uno, que no se puede engañar.
Para completar este informe, debo rendir homenaje. No puedo explicar el sentimiento de gratitud hacia este programa de aprendizaje, por permitirme desarrollarme como persona, aprender de acuerdo a mi forma de ser, valorando mis capacidades y preferencias personales. Realmente me siento muy agradecida por mi aprendizaje y por ustedes por esta aventura educativa que hemos compartido. ¡Ha sido gratificante!